CASIMIRO MOLINA: FUE UN MILAGRO

J. Y.
Ciudad Real

“Un privilegio”, repite una y otra vez Casimiro Molina, el dueño de Automóviles Eurocars Ciudad Real, quien junto a Eusebio Navarro, su empleado, arreglaron provisionalmente el sistema de dirección de la carroza de la Virgen del Prado tras más de hora y media de trabajo in extremis.

Fue un esfuerzo supino que ambos hombres sudaron (literalmente) para cambiar la rótula, la pieza que se partió y que impidió a la imagen moverse cuando se iniciaba la procesión para celebrar el día de la patrona de la capital.

Molina narró a este periódico los momentos vividos junto a la directiva de la Hermandad de la Virgen del Prado y al propio obispo, Antonio Algora, quien también tuvo su personal aportación para reunir material básico que les sacara del aprieto: un martillo, una llave inglesa, un berbiquí, un destornillador y poco más.

Para este joven empresario “fue un milagro” su intervención profesional y el resultado que obtuvieron porque “acoplamos la pieza (que no era la apropiada) para la procesión” y superó el recorrido sin problemas.

“Fue una casualidad y lo hicimos a base de martillazos”, relata y, de hecho, “tengo un dedo hinchado de un golpe que me di”.

A pesar del protagonismo mediático que ha tenido en las últimas horas, señala que “fue todo muy rápido y lo volvería a hacer”, como así fue cuando él (natural de Aldea del Rey) y Navarro (de Malagón) estaban con sus velas dispuestos a alumbrar a la Virgen (no son hermanos) a las puertas de la catedral ciudarrealeña y se enteraron de la inoportuna incidencia. 

“Fuimos corriendo y algunos hermanos nos dijeron que ya estaba casi decidido que no iba a salir la Virgen, pero les dijimos que nos dejaran meternos”, como así hicieron durante hora y media para salir literalmente bañados en sudor.

Molina también destaca “la generosidad” de la gente y cómo el dueño de Autorepuestos Valencia, en la Ronda de Granada, fue a por la pieza para restituirla por la rota.

“Estamos muy satisfechos pero fue un milagro”, insiste, porque “no las teníamos todas con nosotros, y podía no haber salido bien”.

Cielo o infierno

Precisamente, el obispo, cuando casi a las 21,45 horas la imagen conseguía cruzar la puerta de la catedral, comentó a los ‘héroes’ que “os habéis ganado el cielo o el infierno”. “¿Pero cómo nos dice eso”, contestaron ellos, “pues porque puede salir bien o puede romperse en plena procesión”, respondió Algora.

Al final, les felicitó porque se habían ganado el cielo con su talento.

Tras estos hechos, Molina asegura que él y Navarro se apuntarán a la Hermandad Virgen del Prado, una afiliación con la que la propia hermandad podría recompensarles.

Reparación definitiva

De su lado, el presidente de la Hermandad, Francisco Pajarón, destacó la generosidad del pueblo de Ciudad Real y agradeció el trabajo realizado por Casimino Molina y Eusebio Navarro.
En declaraciones a Lanza señaló que ya “tenemos un equipo” de la Orfebrería Orovio Torralba de Calatrava que “nos atiende y lo hace muy bien” y que será el que repare definitivamente la rotura en el eje de dirección de la carroza en la que procesiona la patrona de la capital.

“No sabemos si será este sábado o el lunes” cuando los especialistas realicen los trabajos de reposición definitiva, porque “hay que respetar los cultos” de la Catedral, donde se guarda la imagen mariana.

En cualquier caso, “para el día 22, el Día de la Octava, se habrá solventado la contrariedad”.

Pajarón recordó los momentos de “intranquilidad y de nervios” que pasó junto a la directiva de la hermandad y la cúpula catedralicia y civil, aunque destacó “la generosidad de todos”. Hasta el obispo de la Diócesis, Antonio Algora, “fue a su coche a por una llave inglesa”, mientras que otros “corrieron a por un berbiquí”, narró Pajarón a este diario. También anunció que la hermandad “tendrá un detalle” con los dos mecánicos, pero la estudiará “más adelante”, por ahora “les agradecemos que  subsanaran el problema”.