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20 de julio de 2012
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Dentro de las actividades que se están llevando a cabo en
conmemoración del VIII Centenario de la Batalla de las Navas de Tolosa, Aldea
del Rey desarrolló el I Certamen de Pintura Rápida ‘Palacio de Clavería’ que,
auspiciado por el Ayuntamiento, resultó ser todo un éxito.
La jornada del pasado sábado, 14 de julio, comenzó temprano. Ya
a las 8,30 horas en el ayuntamiento empezó la inscripción de los participantes;
había que aprovechar bien el tiempo. Se inscribieron un total de 25 personas,
venidos de numerosos lugares de España, como Madrid, Málaga, Sevilla o Murcia,
así como de varias poblaciones de la provincia y artistas de Aldea del Rey.
Como bien informa José Luis Villanueva Villanueva, rápidamente
los pintores tomaron posición, con sus caballetes y sus lienzos, en los puntos
más emblemáticos del pueblo. Todos los aldeanos pudieron contemplar en la
calle, cómo estos magos de los pinceles iban, poco a poco, perfilando su obra.
En la mayoría de esos lienzos en blanco, se pudieron ir apreciando paisajes y
rincones de Aldea.
A las 16,00 horas finalizaba el tiempo de realización de la obra
y los pintores hicieron entrega de sus cuadros a la organización. A continuación,
las mujeres del AMPA ofrecieron una estupenda caldereta a todos los
participantes, en el Colegio de Educación Infantil y Primaria ‘Maestro Navas’.
El refrigerio vino muy bien, y todos lo agradecieron después de pasar toda la
mañana soportando las altas temperaturas.
Después se reunió el jurado que no lo tuvo nada fácil, dada la
calidad de las obras presentadas. Sus miembros, representantes de todas las
hermandades de Aldea del Rey, de la oficina de Globalcaja y del Ayuntamiento,
fueron magníficamente asesorados por Pedro Lozano Crespo, doctor en Bellas
Artes, y por Valentín Sánchez Villalón, profesor de Diseño de la Escuela de
Arte ‘Pedro Almodóvar’ de Ciudad Real.
A las 20,00 horas había mucha expectación en la Casa de la Cultura,
donde estaban todos los pintores con sus obras expuestas en los caballetes,
numerosos vecinos de Aldea amantes de la pintura y, por supuesto, el jurado.
Los cuadros eran magníficos, la gente los observaba con atención y no sabía por
cual inclinarse. Todos esperaban el fallo.
