miércoles, 3 de septiembre de 2008

Los últimos instantes

Conforme se van acercando la fecha para sacar a Nuestra Madre, los nervios y las conversaciones entre los costaleros que se encuentra por la calle no cesan. Normalmente, el capataz nos hace quedar aproximadamente unas dos horas antes de la ansiada salida. Es un periodo que se aprovecha para realizar las últimas igualás, recordar algunas instrucciones para la procesión, hacerse el costal y apretarse bien la faja. Pero sobretodo, son unos instantes donde el costalero da una palmada en la espalda de su compañero de trabajadera para tranquilizarle y decirle que no se preocupe que esta a su lado, es el instante donde uno no se cansa de animar al resto de la cuadrilla y es el instante de recordar que van a llevar por las calles de Aldea a la Madre del Hijo de Dios. Las fotos muestran esos momentos de los que hablo:







Fdo. Félix Ciudad

3 comentarios:

Carlos dijo...

Este momento es en el que ves que somos todos uno. Nos animamos unos a otros, nos reímos, nos tranquilizamos, pues es mucha la responsabilidad que se lleva con fuerza y valor.
Los momentos en los que estamos todos de blanco y esperando la ansiada salida son en los que ves la verdadera cara de tu cuadrilla en la que uno coge fuerza pensando en esa personas que mas quieres que van a disfrutar de ver a esa virgen que desde pequeños han honrado y admirado, como va por las calles de tu pueblo con ese paso tan elegante y sabiendo que abajo estas tu, esforzándote para que todo salga bien. También es el momento en el que te alegras de estar allí.

Pero a medida que va llegando la hora, las caras van cambiando. La gente se va acercando y tu te quedas con la mirada mas seria. Te invade la responsabilidad que llevas en la trabajadora para no perjudicar a tus compañeros y ayudarlos en esos “pequeños momentos”.

Para ver esto se ha de vivir. Este año no estaré pero el siguiente y si Dios quiere, podré volver a vivir estos momentos.

VIVA LA VIRGEN DEL VALLE! VIVA LOS COSTALEROS!

lagentealdeana dijo...

Sientes al mirar a los ojos de tus compañeros esa mezcla de nervios, tensión y emoción que inunda el ambiente. La cuadrilla, en otros momentos dispersa o distraida, se convierte en una piña, todos concentrados en los momentos que vamos a vivir.
Cuando atraviesas la puerta de la Ermita, solo puedes mirarla a la cara, ni flores, ni manto.. nada importa, solo Ella. Y te pones a sus pies, y le hablas, una conversación, un rezo, una plegaria donde cada uno trata de acercarse un poco más a Ella para que nos ayude a través de su Hijo, Nuestro Señor.
Hay tantas formas de vivirlo como personas que van debajo pero, como bien han dicho mis compañeros, son unas sensaciones únicas que sólo conoce el que lo ha vivido.
Este año, las circunstancias me han obligado a cambiar mi posición, dejando la trabajadera y acompañando a la Señora desde fuera, con los capataces. Desde aquí, reitero que para mi no habría nada más grande que poder continuar debajo de Nuestra Patrona mientras las fuerzas me lo permitan pero, Marcelino y Marce, desde el primer momento, se comprometieron para estar con nosotros entre 3 y 5 años y quieren que vaya con ellos para continuar su labor el día que no estén con nosotros.
Yo pienso que, cuando un costalero entiende lo que está haciendo y lo siente, pocas cosas pueden separarle de la trabajadera. Y, este momento que han descrito Félix y Carlos, es uno de los que hace que todo el esfuerzo y el sacrificio valga la pena, solo superado por los momentos justo después de salir del paso, una vez acabada la procesión, y, sobre todo, por los momentos en los que vas debajo, aguantando el peso sin ceder ni un centímetro, ayudando de puntillas al compañero cuando la calle te lo pide, escuchando la música y, todo, por Ella, por Nuestra Madre, Nuestra Reina, Nuestra Alcaldesa Divina, Nuestra Sra. del Valle.
La cuenta atrás va llegando a su fin y, esa emoción, ya empieza a despertar los corazones de los aldeanos y aldeanas que desean todo el año que llegue el 8 de Septiembre. Y, cuando termine, volvereis a hacer historia un año más, gracias Compañeros..

Anónimo dijo...

QUE GENTE MAS BUENA DE VERDAD LOS COSTALEROS DE LA SANTISIMA VIRGEN DEL VALLE. NO ES POR NADA PERO DA GUSTO VER ESA CUADRILLA TAN AMIGA Y FACIL DE LLEVAR.LAS GRACIAS POR ESOS BUENOS MOMENTOS JOVENES GRACIAS OTRA VEZ

 

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