En la Wikipedia se define el término “música” como el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos. Entre dichos procesos no debe olvidarse el sentimiento. Se puede dominar la técnica de manejo de un instrumento; pero si no se le aporta sentimiento, la música perderá ostensiblemente su componente mágico.
Hoy es necesario hablar de una joven apasionada por su arte, que a través de la interpretación de complejas piezas musicales usando el fagot, ha encontrado un medio para sublimar y exteriorizar su genialidad y sus más profundos sentimientos. Hoy hablamos de Lucía Molina Pardo, cuyas venas son regadas por sangre aldeana. Atesora un currículo impresionante, pese a su juventud. Para ponernos en antecedentes de sus logros artísticos, forzoso es transcribir las palabras de un extracto biográfico que nos ha sido facilitado:
Lucía Molina Pardo (fagot)
Nació en Ciudad Real (España), en 1988. Comenzó sus estudios musicales en su ciudad natal, Ciudad Real, a la edad de siete años. Finalizó sus estudios de grado medio en el Conservatorio Rodolfo Halffter de Móstoles. En 2007 accedió al Centro Superior del País Vasco "Musikene", con las máximas calificaciones, donde cursa en la actualidad 4º de Grado Superior con los profesores David Tomás, Álvaro Prieto y Javier Aragó.
Actualmente, es alumna de la Escuela Superior de Música Reina Sofía desde el curso 2010-2011 en la Cátedra de fagot, junto al profesor titular Klaus Thunemann, toda una autoridad en el panorama fagotístico, y al profesor asistente Francisco Alonso.
Entre otros logros, ha conseguido el primer premio Hazen en la categoría de solista en el conservatorio de Móstoles. Igualmente, ha recibido masterclasses de fagotistas como Asger Svendsen, Gustavo Núñez, Bram van Sambeek o Sergio Azzolini.
Ha participado en diversas academias orquestales como la NJO Summer Accademy 2009 (Netherlands Youth Orchestra) y la Academia de la OCG (Orquesta Ciudad de Granada), colaborando con la OCG en calidad de invitada en varios programas y recibiendo una beca para dar clases particulares con Santiago Ríos, solista de la misma. También colabora en ocasiones con la Orquesta Sinfónica de Madrid en el Teatro Real.
En la actualidad es titular de la Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid y de la JONDE (Joven Orquesta Nacional de España) por tercer y segundo año consecutivo respectivamente. Recientemente, ha sido invitada en calidad de titular al Easter Tour y Summer Tour 2011 de la GMJO (Gustav Mahler Jugendorchester), una de las orquestas jóvenes más prestigiosas de toda Europa.
En relación al último dato de su currículo, hay que señalar que en noviembre pasado Lucía concurrió a unas pruebas para optar al ingreso de la mencionada GMJO.A estas pruebas se presentaron 90 fagotistas, y sólo resultaron seleccionados 4 como titulares para la gira de conciertos de 2011, entre ellos Lucía. Por otra parte, es necesario referir que muy pocos españoles han resultado elegidos en ediciones anteriores para formar parte de esta orquesta, por lo cual el honor que Lucía ha logrado adquiere dimensiones nacionales.
Esta orquesta fue fundada en 1986 por el prestigioso director italiano Claudio Abaddo, y desde entonces se ha revelado como una prestigiosa cantera de concertistas europeos.
En la siguiente dirección se puede encontrar más información sobre la GMJO:
http://www.gmjo.at/Home/AbouttheGMJO/Biographie/tabid/70/language/en-US/Default.aspx
El fagot encierra en su alargado tubo cónico toda la belleza y magia de la música barroca, de ahí el desafío que supone llegar al pleno dominio en su difícil manejo. La voz del fagot es la de los bosques y los arroyos de estampas bucólicas, fáciles de visualizar con el auxilio de los tapices venecianos; es la evocación del recuerdo, las ansias de juventud y la esencia del Renacimiento; es la vida agrupada bajo un envoltorio de belleza y armonía. Y Lucía tiene la llave de este tesoro, para honra de su linaje y para su disfrute personal y el de sus espectadores.
Sabemos de su humildad y discreción, y aquí no se trata más que de poner el candelero en alto, pues no es de justicia que la modestia enmascare los logros del arte. Lucía es un ejemplo y un orgullo para una tierra que tan proclive se ha mostrado a los gustos musicales.
Desde estas líneas, no podemos por menos de agradecerle su esfuerzo y dedicación y desearle los mayores éxitos en su vida personal y profesional. Lucía Molina ha escrito con mayúsculas el nombre de Aldea del Rey en el panorama de la música europea.
El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes.blogspot.com/