Con la entrada de noviembre, el cementerio cobra nuevo esplendor con la celebración de los Santos y los posteriores novenarios. Llega, no obstante, un momento en que el silencio se asienta entre las tumbas y los cipreses; el momento de la soledad, en el que sólo los pájaros llevan la voz cantante…, el momento de las oraciones y de los sentires y los pensares lejos del mundanal bullicio.
En el poema de hoy, don Valentín dirige la mirada, con su proverbial fuerza evocadora, a esas calles sombreadas de recuerdos y cipreses. Como una suave brisa de otoño, su verbo desgrana reflexiones acerca del destino que nos aguarda en las moradas eternas. Leamos y meditemos su poema, pues es el propio decurso de la vida…
CEMENTERIO DE MI PUEBLO
Cementerio de mi pueblo
de viejas y blancas tapias,
de altos y enjutos cipreses
(aristas de miedo y lágrimas).
Tus viejas cruces de hierro,
tus capillas y tus lápidas
traen a mi mente recuerdos
y la angustia de mi garganta.
Las blancas losas de mármol
arropan cual blanca sabana
esqueletos amarillos
que borra el tiempo y el agua.
Me hablan tanto los recuerdos
que mi boca, se hace amarga
y mí triste corazón,
vieja ya y cansada máquina
me hace sentir de cerca
tu larga y triste llamada.
¡Ay! pequeño cementerio,
hecho de piedras y tapias
lleno de historias pequeñas,
lleno de ortigas y malvas.
Cuando recibas el cuerpo
en que hoy malvive mí alma
junto al lugar de mis huesos
guarda el recuerdo de mi alma.
VALENTÍN VILLALÓN
En el poema de hoy, don Valentín dirige la mirada, con su proverbial fuerza evocadora, a esas calles sombreadas de recuerdos y cipreses. Como una suave brisa de otoño, su verbo desgrana reflexiones acerca del destino que nos aguarda en las moradas eternas. Leamos y meditemos su poema, pues es el propio decurso de la vida…
CEMENTERIO DE MI PUEBLO
Cementerio de mi pueblo
de viejas y blancas tapias,
de altos y enjutos cipreses
(aristas de miedo y lágrimas).
Tus viejas cruces de hierro,
tus capillas y tus lápidas
traen a mi mente recuerdos
y la angustia de mi garganta.
Las blancas losas de mármol
arropan cual blanca sabana
esqueletos amarillos
que borra el tiempo y el agua.
Me hablan tanto los recuerdos
que mi boca, se hace amarga
y mí triste corazón,
vieja ya y cansada máquina
me hace sentir de cerca
tu larga y triste llamada.
¡Ay! pequeño cementerio,
hecho de piedras y tapias
lleno de historias pequeñas,
lleno de ortigas y malvas.
Cuando recibas el cuerpo
en que hoy malvive mí alma
junto al lugar de mis huesos
guarda el recuerdo de mi alma.
VALENTÍN VILLALÓN
Blog de Poemas de D. Valentín Villalón
http://poemasdevalentinvillalon.blogia.com
El jardinero de las nubes
http://eljardinerodelasnubes.blogspot.com/
3 comentarios:
Me emociona, me entristece, me enfría el alma, se me saltan las lágrimas. Se me salen los sentimientos, se me quita el miedo a la muerte.
Solo me queda por decir ¡sapo!
Cada día mas y mejor, reciba un cordial saludo de su admirador trobador.
Gracias Don Valentín.
Unos versos muy bonitos y cargados de emoción Valentín.
Sigue deleitándonos con tu pluma.
un poema lleno de emociones y realidades.Enhorabuena maestro.
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