“La Semana Santa no tiene calderilla”
Llevo ya unos años con vosotros, queridos feligreses de Aldea del Rey, y creo que me va siendo conocida vuestra vida cristiana, como es previsible que también vosotros vayáis conociendo a vuestro Párroco. Yo os agradezco vuestra ayuda en la relación de mi ministerio sacerdotal y le doy gracias a Nuestro Señor por tantos rasgos buenos como aprecio en vuestro comportamiento humano y cristiano.
Un capítulo importante de vuestra vida religiosa está centrado, es verdad, en Jesucristo y en la Santísima Virgen; vuestro Cristo del Consuelo y vuestra Virgen del Valle conmueven a cuantos llegamos a conoceros. Lo de San Jorge, con vuestra más numerosa Hermandad, testimonia también el culto con que distinguís a los Santos, a los moradores del Cielo.
Pero estas letras mías están condicionadas, en esta ocasión, por la Semana Santa que se nos aproxima. Y son estos días Santos, que con tanta intensidad vivimos en nuestra Parroquia, los que me han llevado a titular esta comunicación con todos vosotros de ese modo llamativo: “ ¿Qué querrá decirnos Don Miguel con eso de que la Semana Santa no tiene calderilla…?” . Es lo que os habéis preguntado y lo que os lleva a leerme.
Pues deseo manifestaros, y me agradaría dejarme entender de manera positiva, porque es el bien de todos lo que me mueve a expresar de este modo lo que ya habéis escuchado en otras ocasiones, deseo –digo- manifestaros que la Semana Santa es el conjunto de los días que más claramente tienen que dejar ver la hondura y autenticidad de nuestro cristianismo: que tenemos que parecer, más que nunca en esos días, lo que somos: discípulos del Señor, hijos de Dios y de la Virgen, que nos queremos como verdaderos miembros de la única familia enteramente común que somos, la Iglesia. Siempre, pero en los Días Santos de la Semana Mayor se ha de percibir más nítidamente, que somos la misma familia, la Iglesia de Jesucristo. Por eso no tienen cabida entre nosotros las rivalidades y los enfrentamientos.
No tiene calderilla la Semana Santa porque esos días hay que vivirlos sin rebajas y sin centimillos en nuestra Fe Cristiana. En esa conmemoración del Misterio de nuestra Salvación volvemos a darnos cuenta de que nuestra “obligación cristiana” de ir a Misa los Domingos, de confesarnos una vez al año por lo menos, de hacer las paces con quienes estamos distanciados, de luchar contra el mal, de querernos de verdad…
¡Vamos a vivir nuestra Semana Santa 2011 con hondura en los Oficios Litúrgicos, en las Procesiones, en la convivencia familiar con todos cuantos vienen a nuestro pueblo!
¡No usaremos “calderilla religiosa” en nuestra Semana Santa: utilizaremos las monedas valiosas de nuestra unión con Jesucristo, -con nuestro Cristo del Consuelo-, con nuestra Madre –nuestra Patrona la Virgen del Valle-, con nuestras Fervorosas Hermandades, confesando y comulgando!
Vuestro Párroco
Miguel Pérez Paniagua