Cuando se afronta el atardecer de la vida, empieza a doler el cuerpo y el alma. Algunos seremos afortunados y llegaremos a ese estado de venerable ancianidad; otros nos iremos antes. Si alcanzamos la plenitud de nuestros años, sentiremos que las fuerzas desfallecen y nos volvemos niños dependientes para quienes nos sucedieron. Recemos porque entonces haya amor en nuestras proximidades… O si no, nos aguarda el destino del anciano que refiere nuestra paisana doña Francisca Benítez.
Retomamos su ciclo con esta pieza dura y pesarosa como la misma vida. Una llamada al cambio de mentalidad que ha de experimentar la atención a nuestros ancianos… Hace mucho tiempo que ella escribió estos versos, pero la situación no ha variado apreciablemente.
Aunque ya no te encuentres entre nosotros, querida poetisa, déjame hacer tuya tu plegaria. ¡Calidad de vida para nuestros mayores de Aldea! Que Dios nos ayude y nos dé fuerzas para restituirles tanto como les debemos.
A UN ANCIANO SOLITARIO
¡Qué solo se ve el anciano
que no tiene quien le quiera!
Busca ternura y no encuentra
y bebe para ahogar su pena.
Me gusta tratar con viejos
aunque algo digan que enfade.
Me gusta darles consuelo
cuando no los quiere nadie.
Yo vi a un padre que lloraba
cuando el hijo le decía,
que la casa era pequeña
y el abuelo no cabía.
¡Pues qué vais a hacer conmigo
si estoy en la casa mía!
Aquí murieron mis padres,
los que conmigo tenía.
¡La Residencia te espera!
Allí vivirás mejor,
si pueden irán a verte
si es que tienen corazón…
¡Pobre abuelo marginado!
con sonrisa y buen humor
aunque en el pecho ya sienta
que le sangra el corazón.
FRANCISCA BENÍTEZ
Retomamos su ciclo con esta pieza dura y pesarosa como la misma vida. Una llamada al cambio de mentalidad que ha de experimentar la atención a nuestros ancianos… Hace mucho tiempo que ella escribió estos versos, pero la situación no ha variado apreciablemente.
Aunque ya no te encuentres entre nosotros, querida poetisa, déjame hacer tuya tu plegaria. ¡Calidad de vida para nuestros mayores de Aldea! Que Dios nos ayude y nos dé fuerzas para restituirles tanto como les debemos.
A UN ANCIANO SOLITARIO
¡Qué solo se ve el anciano
que no tiene quien le quiera!
Busca ternura y no encuentra
y bebe para ahogar su pena.
Me gusta tratar con viejos
aunque algo digan que enfade.
Me gusta darles consuelo
cuando no los quiere nadie.
Yo vi a un padre que lloraba
cuando el hijo le decía,
que la casa era pequeña
y el abuelo no cabía.
¡Pues qué vais a hacer conmigo
si estoy en la casa mía!
Aquí murieron mis padres,
los que conmigo tenía.
¡La Residencia te espera!
Allí vivirás mejor,
si pueden irán a verte
si es que tienen corazón…
¡Pobre abuelo marginado!
con sonrisa y buen humor
aunque en el pecho ya sienta
que le sangra el corazón.
FRANCISCA BENÍTEZ
El jardinero de las nubes.http://eljardinerodelasnubes.blogspot.com/
3 comentarios:
Me consta que hay más gente que escribe poesía en Aldea.
Sólo decirles que éste es su medio, y si desean compartir sus creaciones con nosotros, estaremos encantados de recibirlas.
Animo también a proseguir la Hemeroteca. Si tienen viejas publicaciones de Aldea, desempóvenlas y hágannoslas llegar escaneadas o préstenseslas a los cabezas visibles de LGA para proceder al escaneado.
Algunos estamos rumiando el proyecto de convertir "El corregidor de Almagro" en formato digital para ofrecérselo a ustedes en LGA.
Ayúdennos. Un poco de su tiempo puede reportar un gran beneficio para Aldea y la posteridad.
Gracias anticipadas.
de nada
!Que poema mas tierno,mas triste,pero tan real a la vez como la vida misma¡
Gracias de nuevo por poner estas olvidadas poesías.
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