CICLO POÉTICO "FRANCISCA BENÍTEZ"

Me encantaría dar a conocer a las generaciones jóvenes una poetisa de nuestro pueblo, ya fallecida. Se llamaba Francisca Benítez y vivía en la Plaza de la Palmera, al lado de la tienda de la Primi. Se dio a conocer en las publicaciones de Aldea durante los años 70 y 80 del pasado siglo. Actuó asimismo de jurado en varios certámenes poéticos. En 1995 recopiló todos sus poemas en un libro titulado “Poesías y un cuento”, del que a buen seguro existirá un ejemplar en la biblioteca.

Su verso era elegante y cristalino, y tocaba diversas temáticas. Remito a su poesía a todo aquel que deseé conocer bellas cosas de antaño de nuestro pueblo. Aprovechando mi colaboración en este blog, iré rescatando de cuando en cuando algunos poemas de gran solaz y curiosidad para los que amamos Aldea. No tengo medio de contactar con sus herederos (ya no viven en Aldea ni su hijo ni sus nietos) y espero que no se incomoden por sacarla del polvo del olvido.

Yo la quería y admiraba mucho, y ella me quería a mí. Me llamaba con cariño “mi joven poeta”, pues me hizo el honor de leer varios de mis ya lejanos embriones literarios. Yo le dediqué recientemente uno de mis textos de homenaje, cuyo link es:

http://eljardinerodelasnubes.blogspot.com/2008/08/la-poetisa-de-mi-pueblo.html

Espero que todos disfruten, a lo largo de este ciclo poético, de la belleza de un alma descomunal de mujer aldeana, que supo cantar como nadie las excelencias de nuestra tierra.

Para empezar, y dadas las fechas en que estamos, nada mejor que uno de sus poemas con sabor a Semana Santa.

UN DÍA DE VIERNES SANTO, JESÚS EN EL HUERTO ORANDO

Oraba angustiado en el huerto…
pero no huye, no se esconde,
cuando le buscan dice ¡yo soy!
Fortaleza de un Dios hecho hombre…

Eran las tres de la tarde
un día de Viernes Santo,
en el Gólgota hay tres cruces
tres serán crucificados…

Dos mueren por ser ladrones
Jesús por nuestros pecados,
y muere entre dos ladrones
siendo lirio no manchado…

La chusma grita, vocifera,
si eres hijo de Dios ¡baja de la cruz!
¡cuánto dolor! ¡cuánta afrenta!
¡perdónales Dios mío! dice Jesús…

El mundo quedó en tinieblas
cuando Cristo de dolor se retorcía,
y empezó a temblar la tierra
y el cielo se estremecía…

Y el buen ladrón exclama
en su triste agonía,
¡Jesús, acuérdate de mí
cuando estés en tu Reino…!

¿Qué luz recibe el ladrón
cuando pide a un moribundo,
algo que le puede dar
pero que no es de este mundo?

¡Y, oh, gran misterio!
cuando Cristo le dijo…
¡hoy mismo entrarás conmigo
en el Paraíso…!

Allí había unos soldados
y una esponja con hiel,
y llorando desolada
una Mujer…

FRANCISCA BENÍTEZ

El jardinero de las nubes
http://eljardinerodelasnubes.blogspot.com/