viernes, 8 de mayo de 2009

CICLO POÉTICO "FRANCISCA BENITEZ": FUE UN 14 DE MAYO DE 1.900

Fotografía de Inocente Sánchez
Siguiendo con el ciclo poético dedicado a doña Francisca Benítez, les ofrecemos hoy un poema acorde con tal vez la más famosa de las efemérides aldeanas.
Recuerdo que este poema fue causa de cierto conflicto a finales de los 80. Francisca Benítez se quejaba de cierto poema aparecido en una publicación aldeana, que consideraba un plagio en toda regla a otro de su autoría. Parece ser que coincidían algunos versos de aquel poema con determinados versos de éste que hoy publicamos, sobre todo al inicio: “Era un catorce de mayo…”.
Sea como fuere, el tiempo ha pasado y se han borrado todas aquellas indignaciones de tan querida poetisa. Ahora es el momento de disfrutar de estos versos que desean salir a la luz, y que con cierta periodicidad iremos rescatando para honrar la memoria de esta extraordinaria poetisa que fue doña Francisca Benítez.
Nuevamente, hago constar que no me ha sido posible contactar con ningún descendiente de doña Francisca Benítez, a efectos de pedirles los permisos oportunos. Sin embargo, me cupo el privilegio de conocerla personalmente, y sé que le hubiera causado mucha ilusión ver sus versos circular de nuevo en estas páginas de su querido pueblo.

FUE UN 14 DE MAYO DEL AÑO 1900

Era un catorce de mayo
de la hermosa primavera,
cuando las mieses doradas
ya el viento las balancea.

Pero un día llega una nube
tirando la espiga a tierra,
y el sudor de nuestros hombres
como un castillo en la arena,
ven que todo se derrumba
antes que llegue la siega…

Aquí en Aldea del Rey
ocurrió algo siniestro,
aquel catorce de mayo
del año mil novecientos.

Una mañana en Aldea
el cielo se oscurecía,
una nube negra
sobre el pueblo se cernía.

Un pueblecito encalado
sin ladrillos ni cemento,
en la plaza las escuelas
y arriba el ayuntamiento.

Llegó como de costumbre
el señor Félix del corto,
y ¡Oh, qué sorpresa!
vio en el balcón a un niño
apodado Pepeloco.

Tenía un gorro de papel
y atado a la barandilla,
castigado por el maestro
por robar a su madre una perrilla…

El señor Félix Cantero
que era concejal y bueno,
llamó al maestro y le dijo,
suelte al muchacho ¡caramba!
¡si ya no va a hacerlo!

Sobre las tres de la tarde,
allí estaba este señor,
con un manojo de esparto
apoyado en el balcón.

Empieza la tormenta
con gran aparato eléctrico,
un trueno y un rayo
de la nube desprendido,
quemó el esparto de aquel señor,
que estaba en el balcón
y no fue herido…

Y sembrando el pánico
entró veloz en la escuela,
quemando los papeles
que el maestro tenía en su mesa.

Prendió las ropas del niño Narciso
y en aquel cuerpecito,
¡Oh, cuántas llagas el rayo le hizo!
y aquel rayo inquisidor
destruyendo lo que alcanza,
quemó la preciosa vida
del niño Benito Lanza…

El agua y el granizo
azotaban con furia los cristales,
mientras el maestro gritaba,
¡Sálvanos Virgen del Valle…!

El humo denso que iba dejando,
los niños de la escuela,
todos por el suelo iban rodando,
solo uno quedó sentado…

Y fue cuando el maestro dijo,
¡Dios mío! solo uno me has dejado,
hasta que vio que era el muerto
aquél que quedó sentado…

Cundió el pánico en el pueblo
¡un niño muerto hay en la escuela!
las madres salían corriendo
¿será el nuestro? decía la abuela.

Escenas conmovedoras
en esta plaza se vieron,
y fue cuando los niños
de la escuela iban saliendo…

Y aquellas madres enloquecidas
estrechaban sus hijos contra su pecho,
solo una madre angustiada,
no pudo hacerlo…

Y es que a Benito Lanza
aquel niño pequeñuelo,
lo abrazaba la Virgen
para llevárselo al cielo.

No pudo abrazar al hijo
aquella madre tan buena
y me desgarran el alma
estas míseras estrofas del poema.

Así fue la aldea escenario
del terror que sembró un rayo
en una escuela de niños
aquel catorce de mayo.

No anheles impaciente, el bien futuro
mira que ni el presente, está seguro…

FRANCISCA BENÍTEZ.

El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com/

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